Entre trabajo, fiestas, salidas y demases me lloré todo en soledad...
Hay que llorar el dolor, llorar la tristeza, llorar las tragedias, llorarlo todo.
Llorar todo el dolor, sacarlo, porque ocupa el lugar de la alegría, del amor.
Cuando lloras no solo lloras el dolor, también lloras el odio, el resentimiento, la frustración, te vacías de todo eso.
Cuando lloras regás, y tal vez algo florezca. Porque cada lágrima trae una enseñanza, cada lágrima es una parte tuya que muere, cada lagrima es algo que quiere renacer.
Y una vez que lloraste todo, toda la tristeza, la soledad, entendés que las cosas simplemente son como son, y no por eso son malas.
Las cosas son como son, bellas, duras, inexplicables, complicadas. Hay de todo en la vida, obstáculos, alegría, sin sabores… la vida es un verdadero sinsentido...una sucesión de despedidas, de malos tragos, a veces la vida es eso...Entonces ¿Para qué llorar tanto? Tal vez como un simple acto de FE, pensando que algo bueno llegará... llora mucho, pero luego reíte, porque seguro algo lindo está por venir... SIEMPRE!!!
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